Camas de cultivo
Preparación de Suelo:
El suelo es el medio donde nuestros cultivos se desarrollarán a lo largo de la temporada, es de vital importancia que la preparación de suelo le dé a éstos las condiciones necesarias para el éxito de nuestra plantación. El suelo consiste en un balance entre partículas sólidas de donde las plantas obtienen sustento y nutrientes, y una parte porosa donde el suelo almacena agua y aire, ambos vitales para el desarrollo de la planta.
La preparación del suelo consiste básicamente en dos procesos, la preparación de la cama de raíces y la de la cama de semillas. La primera es el sector en profundidad del suelo donde se desarrollarán las raíces de nuestro cultivo y la segunda corresponde a la parte más superficial del suelo donde sembraremos nuestras semillas o trasplantaremos nuestros almácigos.
Creación de surcos y camellones:
Los camellones son la parte de nuestro huerto donde sembraremos nuestras semillas o pondremos nuestras plantitas. Estos consisten en un montículo de unos 25 cm de ancho y 15 de alto, deben ser en dirección Norte-Sur para que nuestras plantas reciban el sol de la mañana y de la tarde de manera pareja. Aprovecharemos la tierra preparada para la cama de semillas para la confección de estos.
Los surcos son los “valles” que existen entre dos camellones consecutivos, por estos correrá el agua de riego ya que si regamos directamente las plantas estas correrán el grave peligro de ser atacadas por hongos y otras enfermedades, el agua que corra a lo largo del surco infiltrará en el suelo de nuestra huerta llegando hasta las raíces de nuestras plantas.
Almácigos
Nuestros almácigos podemos realizarlos en una almaciguera común y corriente o bien en vasos recortados de diez centímetros de altura asegurándonos que tenga orificios en su base para permitir que percole el agua en exceso. Llenamos nuestra almaciguera con tierra de hoja ya que posee una muy buena aireación, buena retención de agua y muy rica en nutrientes. Luego sembramos nuestras semillas a un centímetro y medio de profundidad, cubrimos y luego regamos con sumo cuidado para evitar que la semilla corra para abajo con el agua.
Esperamos dos a tres semanas cuando la planta tenga cuatro hojas, en este momento nuestras plántulas están listas para ser trasplantadas a nuestra huerta.
Riego:
El riego se realiza siempre a través del surco debido a las restricciones mencionadas anteriormente como sensibilidad al ataque de hongos si la planta y el fruto de ella se encuentra en contacto con el agua de riego, o problemas de encostramiento que impedirán la infiltración de agua. El riego debe ser parejo a través del surco para que así todas las plantas del camellón alcancen la dosis justa de agua. Si el riego se efectua con manguera hay que tener cuidado que la presión de esta no sea lo suficientemente grande como para erosionar el camellón y con el tiempo llegar a destruirlo.
El riego debe hacerse en justa medida según la necesidad del cultivo, dicha necesidad a su vez depende de la temperatura, la estación del año, el estado de desarrollo de las plantas y si hubo precipitaciones en la semana (sobre todo en la época de invierno). La mejor manera de experimentar si el suelo tiene una correcta cantidad de agua capaz de satisfacer las necesidades del cultivo es verificando si este se encuentra correctamente mullido. Dicha labor es fácilmente realizable inspeccionando el suelo y viendo si debajo de la superficie la tierra se encuentra mullida, ni muy seca, ni anegada.
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